¡Ya estamos de vuelta! Después de unas merecidas vacaciones, volvemos a encontrarnos en la cursa de Ronda 43 de Mataro. Las vacaciones nos han hecho echar de menos el ambiente de las cursas. Llegar al punto de encuentro, saludar a los compañeros, calentar juntos, hacernos la foto de carrera, colocarnos en la meta, vivir esos minutos antes del pistoletazo de salida rodeado de atletas, todos ellos realizando los últimos estiramientos en un palmo de terreno, poniendo los cronos a cero, respirando ese olor a mejunje repara todo mezclado con cierto olor a sudor, oyendo lo comentarios habituales: me duele la rodilla, tengo problema con los gemelos...
A pesar de tener cierta experiencia en este mundo de las carreras populares se palpaba un cierto ambiente de duda y nerviosismo al inicio de la prueba. ¿Como me habrá ido el descanso vacacional? ¿Habré entrenado demasiado, o muy poco? ¿Hoy arriesgaré o seré conservador?...
Cada uno de nosotros fuimos resolviendo nuestras dudas, pero hubo uno de nosotros que lo tuvo muy claro. Las vacaciones le sentaron muy bien, ha entrenado lo justo y tenia claro que arriesgaría. Me refiero a Jaime Herrero que en su 1ª carrera de la temporada hace su mejor marca en 10.000. ¡Enhorabuena Jaime! Sigue así que esto no ha hecho nada más que empezar.
Lo cierto es que la cursa Ronda 43 a pesar que cada año ve incrementado el número de participantes, por desgracia no mejora en la organización. A 200 metros de la salida nos hace pasar por cuello de botella que prácticamente nos hace parar a todos los participantes. Al llegar a meta, tal como estaba montado la recogida de obsequios provocó unas enormes colas. Y los regalos realmente pobres, creo que es de las pocas cursas que aún dan camisetas de algodón.
Espero que esta cursa mejore para las próxima ediciones y que no crean que porque el número de corredores aumente edición tras edición lo están haciendo bien. Esto lo único que demuestra es que cada vez somos más locos en el mundillo de los corredores populares.
Bueno, pero no todo va a ser correr, tras realizar la cursa y darnos una merecida ducha, nos fuimos con las familias a comer a La Vinya Nova un restaurante ubicado en Collbatò al pie de la Montaña de Montserrat. Un paraje precioso donde poder realizar, senderismo, correr, ir en bici, escalada..., aunque lo cierto es que no hicimos nada de eso, la actividad principal fue comer.
Al llegar al restaurante nos preguntaron cuántos éramos, nos sentaron al aire libre pero protegidos del sol. ¡Que bien estábamos!
A partir de ese momento y sin pedir nada empezaron a llegar platos a la mesa: butifarras, cordero, pollo, embutidos, ensaladas, escalibadas,... Todo esto era a elegir. Podías elegir comértelo o podías elegir no comértelo.
Tras la comida, no nos movimos de la mesa, tuvimos una tertulia de horas y horas amenizada por las aventuras de los viajes al extranjero de “Los Germany Carneros”.
Mientras, los niños estuvieron viendo a los caballos, burros, patos, gallinas, gallos, periquitos,...
Además calzaron zancos, jugaron a los bolos y sobre todo jugaron a fútbol.
Al ponerse el sol nos fuimos a casa ya que algunos de nosotros teníamos compromisos sociales.
Se me olvidaba, os paso los tiempos de la cursa:
Jaime Herrero 39:17
Fernando Viso
Juanjo Carnero 43:03
Alonso Carnero 43:03
Paco Arias 45:39
Javier Boza 47:29
Lola Molina 52:16
Javier Blanquez 54:11
Nos vemos en la próxima cursa.
